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SIEMBRA, CULTIVO Y RECOGIDA DE LOS CEREALES.SIGLO XX


SIEMBRA, CULTIVO Y RECOGIDA DE LOS CEREALES

 

 Se sembraban cantidad de fincas particulares que ahora están cubiertas de matorrales, robles o pinos y también las fincas del común “los rozos”. En Navacepedilla los de Velacha y el Vallejo y en la Aldea Majalpino y Navalconcejo que se sembraban de centeno. El trigo se sembraba, sobre todo, en Los Llanazos y en algunas pequeñas parcelas los garbanzos. Las Algarrobas en toda la barrera de las Hoyuelas.

Nada más terminar de recoger la era, ya se estaba pensando en la siembra, normalmente se empezaba a mediados de septiembre. Algunas tierras se sembraban todos los años y otras, sobre todo los rozos, se sembraban un año si y otro no para que descansara la tierra. En las tierras bien abonadas “estercoladas” se sembraba un año de un

cereal y al siguiente de otro “rotación de cultivos”. Se araba una o dos veces, se tiraba el grano a “voleo” que consistía en coger la semilla en un saco, atar una cuerda  al borde de la boca y al culo, colocársele al hombro de bandolera, y con la mano extender la semilla sobre la tierra arada. Una vez distribuida la semilla se tapaba con el arado y quedaba listo hasta la siega. En las tierras sembradas de trigo se “aricaba”, se pasaba el arado por los surcos para regazar la tierra y en primavera se “escardaba”, se quitaban con el “azahuche”[1] las malas hierbas.

    La siega de los cereales prácticamente era casi familiar a excepción de dos o tres familias que solían contratar a los segadores que en cuadrillas venían de Extremadura.

Los segadores de trigo, centeno o cebada, cambiaban de indumentaria, ahora era la hoz y la “manija” o “dedil” para proteger la mano con la que se agarraba la mies.  Se solía segar con la camisa de manga larga pera evitar los pinchazos de las pajas en el brazo sobre el que se


apoyaba la “gavilla”. El procedimiento de siega, el mismo que el de la hierba. Los segadores unos detrás de otros segaban con la hoz la mies que le cabía en la mano, con unas cuantas pajas dobladas hacían la “gavilla” y la depositaban en el rastrojo. Después juntaban varias gavillas y hacían los “haces”[2]. Las algarrobas se recogían muy temprano antes que empezara a calentar el sol. Había jóvenes que después de oír “Fiesta en el Aire” en la radio, que terminaba muy tarde, empalmaban y sin acostarse se iban a recoger algarrobas.

El acarreo lo hacían con caballerías o en carros de vacas. Al contrario que la hierba, ahora se madrugaba para evitar que las espigas al acarrearlas se desgranasen. El acarreo de las algarrobas era aún más delicado, antes de las nueve de la mañana había que estar ya en la era. El objetivo era cargar al amanecer para llevarlo a la era lo más pronto posible.

La Trilla: Casi todo el pueblo realizaba la trilla en la era del pueblo o en la de La Aldea, solamente dos o tres familias, en ambos sitios, lo hacían en su era particular. En la era del pueblo lo primero que se hacía era acotar tu propia parcela para trillar, poniendo una postura con centeno, trigo o algarrobas sujeta por unas piedras. Esta tarea en Navacepedilla no se podía realizar hasta que pasaba la feria de Villafranca(13 de Julio) porque la era formaba parte del cordel trashumante y la postura se la comían los ganados al pasar a la feria. Una vez terminada la feria, en un abrir y cerrar de ojos, se acotaba todo, sobre todo  las partes mas llanas. En el resto de la era, en las zonas  donde no se podía trillar se colocaban las “hacinas”[3] de centeno, trigo o algarrobas.

En la trilla, también intervenía casi toda la familia, los jóvenes sentados en el trillo y los mayores cuidando la parva, dándole la vuelta etc. Se trillaba con parejas de burros, caballos y vacas. Lo más divertido para los que trillábamos era trillar con yeguas porque iban con mucha rapidez. En los trillos tirados por burros o vacas a veces se paraban porque el trillador se había quedado dormido. Como el suelo no era plano el trillo arrastraba el “bálago” y se formaban calvas y montones que los cuidadores tenían que arreglar. La expresión vulgar era “se arriaba la parva”. La gente que no trillaba o arreglaba la parva se colocaba a la sombra de donde podían, una pared o al cobijo de la de las “hacinas” de centeno que eran las más altas. En muchas sombras estaba el clásico botijo. Solían, sobre todo los que trillaban con yeguas, domar alguna potra y "uncirla" con otras dos domadas, lo que podía provocar alguna espantada y salir en desbandada, arrastrando el trillo por el carretil.

Era muy típico que algunos de los que descansaban se pasaran por las huertas y recolectaran moras o "morones" que eran abundantes y muy sabrosas porque se regaban al regar las huertas, y a la sombra de las hacinas las compartíamos. Los "morones" ya han desaparecido. También aparecía alguno con unas buenas ramas de cerezas silvestres, abundantes y sabrosas, aunque de menor tamaño que las que consumimos del Jerte. Entonces, con las huertas trabajadas y sembradas había abundantes frutos por todas partes. Se recogían sacos de "pasas" de cerezas para consumir en invierno. También de avellanas.

Durante la trilla, en muchas parvas se quedaban los dueños por la noche porque podían quitarles el bálago o el propio grano si la parva estaba a punto de quebrar y llevárselo a la suya. Juerga había durante el día, porque en los descansos, a la sombra de las hacinas, se comentaba de todo pero por la noche era sonada. Si alguno tenía profundo el sueño le podían atar una cuerda de un pie al trillo, o un montón de latas… La gente no solía enfadarse.

Una vez realizada la trilla se amontonaba. Si la parva era muy grande se hacía como  pez, como un prisma de base rectangular alargada para facilitar la limpia.  Cuando la atmósfera era propicia se aventaba, tirándolo hacía arriba, el grano caía y la paja  la desplazaba el viento separándola del grano. Aún así, todavía se seguía limpiando el grano cribándolo, se barría un trozo de era y se llenaba la criba de grano, cuando se movía el aire se levantaba la criba con ambas manos y se la movía, el grano caía ya limpio, la paja o “tamo” se desplazaba por el viento al tener menos peso y los restos finales quedaban en la criba, se echaban en un montón aparte para aprovecharlo como pienso, pues siempre quedaba alguna espiga a medio trillar.

El grano se recogía en costales  y se almacenaba normalmente en los “sobraos” de las casas o se echaba en la “troje”[4] Siempre, al almacenarlo en los costales, se medía con la fanega, la media fanega o la cuartilla. La paja se llevaba en el carro o en caballerías metida en sacos al pajar, según las posibilidades. Cuando se llevaba en carro, se ponía unas estacas alrededor y se colocaba una red, uno se subía al carro para pisarla y distribuirla con la horca, otro con el “bielgo”[5] le echaba la paja al carro. Cuando ya no se podía echar por el fondo del carro, se cerraba y se echaba por encima de la red.

Sí que se recuerda la ayuda que unos y otros se prestaban en caso de necesidad. Cuando había tormenta prácticamente todo el pueblo se presentaba en la era a recoger. Terminaban lo suyo e inmediatamente iban a ayudar al vecino.

Una herramienta que se usaba para barrer era la escoba de tomillo. Una vez arrancada, se  ataba, se le cortaban las puntas, se la ponía en remojo y al cabo de unos días se la ataba, y a barrer.  Menos para barrer la casa se usaba para todo, barrer los corrales, las puertas, las casillas, y sobre todo en la era para recoger la parva, durante la limpia y recogida del grano.


Imágenes relacionadas:











[1] .- Azada pequeña para escardar, sembrar judías…

[2] .- Los haces los ataban con dos puñados de pajas  cruzadas por el lado de las espigas “ el vencejo” 

[3] .- Montones de haces de trigo o centeno, en forma redondeada con las espigas hacía dentro.

[4] .- Era una especie de baúl grande de madera donde se depositaba el grano para evitar que se lo comieran los ratones.

[5] .- Herramienta de madera con un mango al que se le adosaba otro palo perpendicular con seis o más  dientes. Al de ocho dientes se le ponía unos arcos de mimbre sujetos al mango y al palo perpendicular para echar la paja al carro.






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